Atrás quedaron los temibles puertos de montaña asturianos y hoy fue una etapa con dificultad moderada que permitió hacer bastantes km.
Hoy intentamos salir temprano pero aunque nos despertamos a las 7 con el desayuno no comenzamos hasta las 8. El trayecto hasta Lugo transcurrió por pistas y corredoiras con pendientes asequibles o de lo contrario cortas por lo que el esfuerzo físico fue moderado. Algunos trozos de bajada bastante técnicos sirvieron para despertarnos totalmente.
Tras Lugo el camino transcurre por carretera hasta unos 15 km de Palas de Reís. En ese punto hay una bifurcacion donde se puede elegir seguir por carretera y pasar por Palas o ir por monte en dirección a Melide (Esta alternativa nos la explicaron al llegar al albergue pues nosotros no la vimos y pensábamos que íbamos a Palas).
El momento emotivo de la jornada vino en este camino hacia Melide. Como creíamos ir hacia Palas nuestras cuentas de km y se nos hacia eterno el camino. La zona era solitaria y hacia muchos km que no veíamos a nadie a quién preguntar. Entonces vimos una pareja en una finca construyendo una casa de madera. Les preguntamos y nos explicaron que habíamos dejado atrás Palas y estábamos a 12 km de Melide. Eran las 3 de la tarde, llevábamos 70 km andados y hacia un sol de justicia. Nuestras caras debieron de reflejar tal cansancio que nos ofrecieron unas cervezas e incluso sí queríamos comer con ellos. Llevábamos bocadillos por lo que la comida no era necesaria pero las cervezas las aceptamos de buen grado. Resulta que esos chicos formaban parte de un grupo de hippies que habían ocupado ese terreno hace tres años y habían restaurado la casa que había allí. Fueron muy hospitalarios y desde este blog les mando un abrazo.
El tramo final hasta Melide vuelve a consistir en corredoiras típicamente gallegas con algún punto divertido en lo que a btt se refiere.
El albergue de Melide es grande y bien organizado. Como únicos puntos negativos que las bicis tienes que quedar fuera y el precio de la lavadora y secadora es abusivo (un lavado más un secado sale en 8).
Mañana llegaremos a Santiago. Este año no me envuelve la misma emoción que el anterior aunque igualmente será un momento emotivo para recordar. Hoy no me extenderé más en las reflexiones pues prefiero dejarlo para el epílogo.
Buenas noches y bien camino
Pienso que la sensación de llegar a Santiago no puede ser la misma pues no son el mismo número de días empleados, no es la primera vez... y las emociones son muy caprichosas. Que tengáis una feliz llegada.
ResponderEliminarTAL CUAL DICE EMILIO:QUE LA LLEGADA SEA GLORIOSA.
ResponderEliminar