domingo, 15 de agosto de 2010

Santiago-Finisterre-Santiago, 190km en dos días. Reto conseguido

Este fin de semana no ha sido precisamente de estar tirado en la playa. Un pequeño reto personal nos esperaba: Hacer el camino a Finisterre desde Santiago ida y vuelta en el fin de semana.


Comenzamos levantándonos muy pronto el sábado para coger el tren de las 7:50. Aquí tuvimosel primer problema pues los trenes tienen la increible capacidad de tres bicicletas, una ya iba ocupada y nosotros éramos cuatro. Tras hablar con el maquinista nos dejó subir las dos restantes y acomodarlas en una esquina de tal forma que no estorbaran demasiado.


Comenzamos nuestra andadura a las 9:00h desde la plaza del Obradoiro. La salida de Santiago es bajada y muy divertida. Por el momento íbamos con mucho cuidado pues nunca habíamos llevado alforjas con el portabultos de tija y dudábamos de si aguantaría. Evidentemente en cuanto uno se envenena con una bajada betetera ya se olvida del portabultos y terminamos bajando como si no llevásemos peso. Afortunadamente aguantaron bien. 


El camino hasta Finiterre en general es bastante divertido componiéndose de aproximadamente un 40% de tierra y el resto asfalto. Las partes más atractivas en lo que a bici se refiere es la salida de Santiago, el trozo después de Negreira y la llegada a Corcubión.


Llegamos a Finisterre sobre las 18:30h relativamente frescos. Durante el camino hicimos múltiples paradas para comer barritas, geles y sandwiches. No hicimos ninguna comida fuerte sino que paramos cada 1:30h o 2h a comer algo rápido normalmente acompañado de una coca-cola bien fría del bar de turno. La verdad es que funcionó muy bien y en ningún momento nos dió la temida "pájara" ni tampoco nos notamos pesados por la digestión.


El camino de vuelta al día siguiente no fue tan "fácil". El cansancio del día anterior se hizo notar sobre todo porque dormimos muy mal en el albergue al estar lleno y nosotros no acostumbrados. Para complicar más la cosa nos dimos cuenta que es dificilísimo seguir las conchas en el sentido contrario al que están pensadas pues en la mayoría de las bifurcaciones no sabes cual escoger. Eso hizo que nos equivocásemos de camino 5 o 6 veces lo que resultó en unos 10km más de recorrido y mucho cansancio mental. Tanto que de Negreira a Santiago ya decidimos volver por carretera. En total 98km en 9:30h de bici.


Resultado del fin de semana: piernas agotadas, manos doloridas de agarrar el manillar, el culo del sillín ya os lo podéis imaginar y cara y brazos bastante quemados del sol pues se nos olvidó la protección solar. A pesar de ello mereció la pena pues la ruta es muy bonita y estar en el camino hace que uno sienta en su interior el espíritu del peregrino lo que da una cierta sensación de paz y de encontrarse a gusto consigo mismo. 


Este fin de semana ha valido de ensayo general para mi próximo reto en dos ruedas que a los que no lo sepáis ya os lo contaré en mi próximo post.

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