Si a pesar de mi consejo inicial estáis tan locos como nosotros y os arriesgáis a hacerlo os comento.
- La compañía (Vueling en este caso) no puso ninguna objección para ello. Simplemente cobró unos 50€ por bicicleta. Es más o menos lo que hubiera cobrado una empresa de transporte pero aquí tenemos la ventaja que tendremos la bici en cuanto lleguemos al destino (pensándolo ahora no se si es bueno o malo).
- Hay que empaquetar la bici en una bolsa o caja especial. Nosotros optamos por lo segundo y fuimos a la tienda de bicicletas donde mi amigo compró la suya para que nos diera dos. El resultado es que mi Gary Fisher va disfrazada de Specialized, 8-))
- Los empleados de los aeropuertos tienen la fama de jugar al fútbol con los equipajes. Bien, con estos no creo que lo hagan porque son demasiado grandes pero igual los usan de palos en las porterías o como camillas para los lesionados. Por eso hay que acorazar todo lo que se pueda la bici.
- Quitar rueda delantera. La trasera va montada ya que la caja está así diseñada.
- Quitar pedales porque sino no da el ancho necesario
- Quitar manillar pero dejando la potencia para que no se mueva la horquilla.
- Por precaución desmonté el cambio y lo puse atado con cinta de embalaje al cuadro de forma que no pueda doblarse por ningún golpe
- Las ruedas con presión muy baja. Por una parte porque cabe mejor la bici y por otra porque hay el dicho que pueden reventar si se produce una pérdida de presión en el compartimento de equipajes. Sinceramente creo que esto es un mito pues entonces deberían estallar también los desodorantes y otros aerosoles que la gente llevase en los equipajes.
El siguiente post desde Sevilla (espero).
Solo quería ser el primero en publicar, como te dije iré siguiendo tu aventura y tranquilo q la bici llega y tu llegaras a santiago tb con ella.
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